samedi 30 août 2008

Nicolas

Nicolas trabaja como consejero-orientador en un colegio en los alrededores de Paris. Entre las varias cosas que conforman sur vida diaria, le toca lidiar con padres y madres de alumnos que ni siquiera hablan francés. Con jovenes maltratados. Con adolescentes violadas. Con musulmanes integristas. Con catolicos menos integristas pero mas cerrados aun de pensamiento. Con jovenes homosexuales mutilados a punta de martillo por sus camaradas de clase. Con alumnos que -desde ya saben ellos; terminaran un dia en prision. Le ha tocado ver morir un alumno suyo durante el recreo de un dia cualquiera, porque las ambulancias no llegaron a tiempo.

Nicolas intenta ayudarle a las familias que asi lo quieren para que la educacion de sus hijos sea mejor. Nicolas, al contrario de sus homologos de otros colegios, no le habla a los alumnos de "tu" sino de "usted", lo cual establece una relacion de respeto entre esos que seran los futuros ciudadanos de este pais y ese que es Nicolas. El no cuenta las horas que le toca trabajar como lo harian ciertos de sus homologos: el hace lo que se tiene que hacer.

Nicolas dice que no tiene conviccion ni fe en el ser humano y hace lo que hace porque es su obligacion en su trabajo y que por eso le pagan.

Viendo a Nicolas me pregunto si es mejor estar rodeados de seres humanos con convicciones... o de seres humanos con LA conviccion del deber.

5 commentaires:

Murasaki a dit…

De qué sirven las convicciones sin acción concreta? Yo personalmente prefiero la segunda opción.

Y aunque o medie ninguna convicción, creo que Nicolas es un valiente por enfrentar todas esas cosas...

Un abrazo! :)

Murasaki a dit…

Ups, en vez de "o medie" léase "no medie"

Jose Montero a dit…

Es fuerte leer que no tiene fe en el ser humano. Aunque suene trillado, yo si albergo una minima esperanza en algun tipo especifico de ser humano. Pero puedo comprender que su realidad inmediata lo llevara a tomar esa actitud. Las convicciones, creo yo, te llevarian a hacer tu trabajo de forma deseinteresada (no estupida) y con la mejor calidad posible. Pero si no se tiene la conviccion, se debe estar claro que el DEBER es ante todo. No se cual de los opciones es mejor... voy a darle vuelta y vuelvo a escribir.

Mignonne a dit…

Hey, qué fuerte! No sabía que el buen Nicolás pasaba por eso en su trabajo. Y concuerdo con Murasaki de que de nada valen las convicciones si no se hace nada... o si más bien se hace demasiado y éstas terminan destruyéndote.

Creo que la pared sana que se pone para que esos "demonios" ajenos no entren en tu vida es precisamente esa convicción del deber de la que hablas.

Un abrazote fuerte para tí y para Nico (que es un sueño!) ;-)

Unknown a dit…

Cambio climático, corrupción, inseguridad ciudadana, crisis económica. Nosotros somos General Lee y vinimos a salvar el mundo.