lundi 30 avril 2007

Don Salvador y Doña Flor

En la época en que mi papa tenia una pulperia, yo le robaba pedazos de carne de res que bañaba en salsa inglesa (la de la etiqueta roja) y que luego me comia cruda. En aquellos dias, mi papa me regalaba cuadernos Conapa y lapices Mongol N°2 que me llenaba con dibujos de conejos y de tiburones y yo con dibujos de Mazinger Z. La pulperia se llamaba "Pulperia El Cocal", nombre original para una pulperia que estaba en el barrio El Cocal. Entre los clientes de la pulpe de mi papa estaba doña Flor, la mas perfecta version costarricense de la bruja del 71: con turbante y todo. La unica diferencia es que ella en vez de ponerse un vestido morado se ponia blusillas ligeras escotadas con vuelillos. Siempre entraba a la pulperia y llamaba a mi papa con apodos afectivos como "Macho!" o "Don Salvador!" y pronunciando bien la "r" del final: "Don Salvadorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr" porque mi papa era blanco como la leche y salvadoreño, con un par de ojazos que estoy seguro le provocaban calores. Y mi mama verde de rabia por las atenciones de la cuarentona. No sé porqué hoy me acordé de todo esto.

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